Descubriendo Turquia (Parte 1)

Según entiendo yo, si este blog hubiera sido escrito en el siglo XV diría sin mentir que no ha habido imperio mas poderoso en la historia que el Otomano, que llegaba hasta las puertas de Viena y controlaba lo que pesa y vale del Africa y Asia de entonces. Y ni hablar de su señorío en el mediterraneo. En materia de las ciencias y conocimiento, esa versión grande de Turquía en la historia, estaba a la vanguardia entonces, como hoy Palo Alto o Shanghai.

Finalizada en el año 537, la catedral patriarcal de Constantinopla llamada Hagia Sophia, fue por casi mil años el emblema de la Iglesia Católica y el imperio bizantino. Los 4 minaretes que se ven en la foto fueron construidos en el siglo XV luego que las fuerzas musulmanas tomaron finalmente Estambul y convirtieran Hagia Sophia en mezquita.

Según el libro sagrado, Mohamed, interprete inapelable del mensaje de Dios, (para efectos prácticos, palabra de Dios mismo), hizo algo que el profeta que lo antecedió según el Corán, Nuestro Señor Jesucristo, no vino a hacer 600 años antes: Gobernar.

Mohammed juntó su gente a la antigua: con el poder del credo y a través de la guerra, dejando leyes que perduran desde el siglo VI al día de hoy, sentando la base del futuro imperio que se desarrolló vertiginoso hasta el siglo XV. Pero con una espina clavada donde el poderoso imperio quería tener su corazón: Constantinopla, como era conocida la joya de entrada al mar negro hasta el año 1453, en que fue por fin tomada la capital cristiana del este por las fuerzas Otomanas. Justo 39 años despues, en la otra mitad del planeta, Rodrigo de Triana gritaba "Tierra" recompensando a unos navegantes europeos que buscaban la India navegando en la dirección contraria a Constantinopla, ahora Estambul, sede impasable del imperio Otomano. Los Otomanos, los moros, las tribus turcas, juntadas por el profeta amenazaban con tomar lo que llamaríamos "el planeta".

Mas de mil años antes, corría el siglo III, cuando Constantino estableció la capital del este del imperio romano y de la iglesia cristiana, apostólica y romana en la puerta de entrada al mundo antiguo, el Bósforo. Y por doce siglos, hasta ese histórico 1453 para ser precisos, ya con el imperio Otomano-musulmán consolidado alrededor de Constantinopla y en pleno apogeo de su milenio de duración, lo que hoy es Estambul, antes Byzantio y Constantinopla (la ciudad entra a su cuarto siglo de existencia) continuaba sin interrupción en manos del cristianismo. Y no por falta de esfuerzo de generaciones de sultanes, generales y soldados otomanos, que tan pronto fallaban en tomar la ciudad, redoblan el esfuerzo en pocos años.

Todo cambió cuando la pólvora llegó al campo de batalla (y con ella, los cañones), haciendo inútiles los hasta entonces invictos muros de Constantinopla. Casi al mismo tiempo, en las Americas las flechas perdieron su batalla ante la misma nueva tecnología y así el cristianismo recuperaba en el nuevo mundo y con creces lo que por esos días perdía en oriente. Hoy se ven en varias partes de Estambul escombros de varias toneladas, compactos de piedras , ladrillo y mortero, a veces erectos y de 5 pisos de alto, otros en pedazos en los parques. En la calle quedan como huérfanas, bellezas históricas que llenarían las galerías de los mejores museos de la mayoría de los pueblos de este mundo.

Cuando las masivas defensas dejaron de contener a las mayorías árabes que rodeaban por miles de kilómetros este ultimo bastión de Cristianismo en el oriente, Constantinopla se convirtió en Estambul, siendo desde entonces la ciudad mas curiosamente europea y deliciosamente árabe del planeta. La única que pertenece a dos continentes. Quien quiera saber mas sobre una historia real con sabor mas perdurable que las Mil y Una Noches, lea cualquier cosa sobre la caída de Constantinopla. Y no se pierda las películas ni novelas tampoco.

Entré en Turquia sabiendo nada de ella, pero por donde entra casi todo el mundo: Estambul y su palacio de aeropuerto. Solo sabía la frase "Hay mas palacios en Estambul que días en el año" y puedo decir que califica entre lo mas modesto que he escuchado en mi vida. Hay por lo menos tantos palacios como días lleva este siglo. Los hay aislados, en fila, en mármol y madera, y armoniosamente unos encima de otros a como la tierra sube con prisa en las riberas del Bósforo. Algunos hasta se pierden entre tanto que ver en todas las direcciones. Llegué sin tener idea de todo lo que me esperaba en un país que parece infinito.....

(Fin parte 1)

A diferencia de los templos católicos, el interior de las mezquitas carecen totalmente de imágenes o estatuas de Dios, santos, ángeles o profetas (reemplazadas por piezas exquisitas de caligrafía y diseño). Sin embargo, en la hoy mezquita que fue la catedral de Santa Sofia se pueden ver frescos y mosaicos con imágenes de Jesus y eventos biblicos.